19 abril 2024

¿Qué hay detrás de la intervención de Cristina al gobierno de Kicillof?

El candidato a diputado provincial por la Octava sección electoral por el Frente de Izquierda, Daniel Rapanelli, analiza las consecuencias de la crisis política post PASO en el Gobierno bonaerense.

 

La “intervención” ordenada por la vicepresidenta al gabinete de Kicillof agravó la crisis política en el gobierno bonaerense. Con el ingreso del exintendente lomense Martín Insaurralde como jefe de ministros, el “despegue” del peronismo sigue empantanado por la disputa y guerra de posiciones entre el gobernador y la alianza de Insaurralde y Sergio Massa con La Cámpora.

Para disimular la pérdida de piezas propias, Axel Kicillof repite la cantinela del mayor “volumen político” y “territorialidad” que daría la presencia directa de los intendentes en el gobierno provincial. Mientras sanatea para la tribuna, el gobernador pretende armarse de una estructura propia para “resistir” la ofensiva de los alcaldes y del PJ de la provincia. Un desafío que confronta a Kicillof con Máximo Kirchner, tutor junto a Cristina del pacto con Massa e Insaurralde.

Golpe palaciego y crisis en el Frente de Todos

Una consecuencia inmediata del terremoto electoral es la supresión de Victoria Tolosa Paz de la campaña del Frente de Todos. La primera candidata, identificada con Alberto Fernández, no es siquiera nombrada en los actos a los que concurre como acompañante y personaje menor caído en desgracia. Martín Insaurralde, a pedido de los intendentes, tiene como estrategia “distritalizar” la campaña electoral, a contramano de las pretensiones de Kicillof quien hizo eje en las Paso en la “gestión provincial”.

Kicillof tiene que levantar la puntería electoral y a la vez evitar el desplazamiento a manos del trío Máximo, Massa e Insaurralde. En un bis del nombramiento de su mano derecha, Carlos Bianco, como “jefe de asesores” a la cabeza de una jefatura de gabinete paralela, el gobernador ungió por decreto a Agustín Simone como titular del Instituto de la Vivienda con salario y rango ministerial , presupuesto y tropa propia. Siendo que el ente autárquico depende del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, la movida es un trabajo de zapa contra el nuevo ministro del área y exintendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini -reemplazante del kicillofista Simone.

Kicillof anunció también la constitución de un Observatorio Político Electoral, una suerte de “ministerio” de punteros para no perder más espacio ante Insaurralde, designado también para “ordenar” la campaña electoral del Frente de Todos. En la “resistencia” de aparatos , el mandatario bonaerense promueve una nueva ley para ampliar el número de ministerios o sus desdoblamientos con personal político fiel. En juego está la creación de una cartera de Cultura y otra de Ambiente, pero las posibilidades de concretarlo son muy inciertas teniendo en cuenta que el Frente de Todos es minoría en el Senado -y de afirmarse la tendencia a una derrota en noviembre perdería bancas en noviembre. Por ahora la iniciativa está en manos de la alianza Máximo-Massa, con un Kicillof en retroceso y golpeado en su línea de flotación.

Daniel Rapanelli

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