Un profesor de una escuela de la localidad de San Martín, tomó una fotografía de la incompleta comida que reciben los alumnos; alarma entre padres y nutricionistas y un reclamo colectivo: “Que Kicillof le dé de comer eso a sus hijos”

“Esto le dieron de comer hoy a mis alumnos en la provincia que Axel Kicillof gobierna. Seis fideos”, publicó en sus redes sociales Ezequiel Cardozo, un docente de la localidad de San Martín. El testimonio es sólo uno de los tantos que se multiplican a diario en las redes sociales.

La fotografía muestra un plato de plástico verde con seis fideos cortos, tipo mostachol, rodeado de una salsa de tomate con algunos pedazos de zanahoria y carne. Aquella comida muy lejos está de cumplir con los valores nutricionales necesarios para las actividades y el correcto crecimiento físico e intelectual de los estudiantes de escuelas primarias.

El alimento pobre en nutrientes o en mal estado se volvió una regla para la administración del gobernador bonaerense. En efecto, en distintos municipios de la provincia de Buenos Aires denunciaron comida fuera de estado, de escasa calidad y hasta gusanos entre las colaciones.

Por su lado, nutricionistas de todo el país insisten en la necesidad de que los alumnos más chicos puedan tener al menos una ración de carne, vegetales y frutas. Sin embargo, los docentes de Lomas de Zamora criticaron que la comida de los alumnos consiste en “un pan verde y un sándwich que sólo tiene una feta de tomate”.

En la primaria Nro. 39 del barrio de Cuatro Vientos, de Moreno, en el oeste de la provincia de Buenos Aires, aseguraron: “Nuestros chicos recibieron comida con gusanos y sándwiches del tamaño de un alfajor. Y es la única comida que reciben algunos chicos porque sus padres no tienen trabajo”.

Ante las críticas que recibe su gestión, el gobernador pareciera no encontrar otra solución que remover a los proveedores del Servicio Alimentario Escolar (SAE), que son quienes se encargan de las compras de alimentos. Una docente de la ciudad de La Plata, comentó: “La movida de Kicillof no tiene sentido. Remueve al proveedor para la foto, pero el que viene después hace exactamente lo mismo. Para ganar un peso más, compra todo lo más barato que encuentra sin importar la calidad y se lo da a los chicos”.