El gobernador cordobés respondió con dureza a los pedidos del Gobierno nacional para que las provincias bajen impuestos y exigió la eliminación de las retenciones.
En un nuevo capítulo de tensión entre la Nación y las provincias, el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, respondió con firmeza a los recientes dichos del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien volvió a presionar a los mandatarios provinciales para que reduzcan los impuestos locales.
Desde un acto realizado en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el marco de un encuentro organizado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Llaryora fue categórico: “Yo le pediría claramente que hagan Patria y que eliminen las retenciones”, lanzó, apuntando directamente al Gobierno nacional.
La declaración surge luego de que Manuel Adorni, al anunciar la reducción de aranceles para celulares, televisores y aires acondicionados, instara a los gobernadores a seguir el ejemplo bajando tributos provinciales. “La plata que se roba el Estado con impuestos debe volver al bolsillo de los argentinos”, afirmó el portavoz, exigiendo a las provincias “honrar su compromiso de reducir la presión fiscal”, en línea con el frustrado Pacto de Mayo que proponía una baja coordinada de impuestos.
Martín Llaryora no sólo rechazó ese planteo, sino que redobló la apuesta al poner el foco sobre el campo cordobés: “En Córdoba, los impuestos al agro son prácticamente inexistentes, ya que todo lo recaudado por el inmobiliario rural se reinvierte en obras consensuadas con la Mesa de Enlace”, explicó. Además, sostuvo que “las retenciones no se coparticipan y son una carga injusta que deberían eliminar por completo. No quiero que se repartan; quiero que se queden en manos de quienes producen”.
El gobernador cordobés también aprovechó para criticar el esquema tributario nacional, al que consideró injusto y desequilibrado. “En otros países se estimula la exportación, aquí se la castiga. Las malditas retenciones han sido una de las peores decisiones en términos fiscales que puede tomar un país”, enfatizó.
En paralelo, Llaryora cuestionó la propuesta de diferenciar el IVA entre Nación y provincias, advirtiendo que esa medida podría obligar a algunas jurisdicciones a elevarlo a niveles del 50% o más, beneficiando principalmente a la Ciudad de Buenos Aires. “Debemos avanzar hacia un sistema tributario que tienda a la baja, pero que sea equitativo y coordinado”, planteó.
También puso el foco en otros reclamos estructurales, como el uso de los impuestos a los combustibles que, según dijo, deberían destinarse a mejorar la infraestructura vial, y no lo están.
El cruce entre Llaryora y la Casa Rosada ocurre horas antes de una reunión clave en la Corte Suprema por los fondos previsionales que Córdoba le reclama a la Nación. “Casi en todos los aspectos, Córdoba es acreedora del Gobierno nacional”, remarcó.
Finalmente, volvió a insistir en la necesidad de avanzar con la Ley de Biocombustibles para elevar el corte al 25%, como ya lo hizo Paraguay. “Los biocombustibles generan empleo, industrializan y aumentan la competitividad. Pero hay un lobby tremendo que frena esta norma”, denunció.