La Casa Rosada avanza en su negociación con la potencia norteamericana: bajar aranceles a productos farmacéuticos y endurecer la ley de propiedad intelectual.

Mientras busca acelerar su apertura al mundo y tejer vínculos más sólidos con Washington, el Gobierno argentino trabaja en una serie de reformas vinculadas al comercio bilateral con Estados Unidos que podrían impactar de lleno en la industria farmacéutica local. Según confirmaron fuentes oficiales, la administración de Javier Milei planea reducir aranceles a la importación de medicamentos y reforzar el marco normativo que protege la propiedad intelectual.

El objetivo es doble: acercar posiciones para un eventual acuerdo de reciprocidad arancelaria con Estados Unidos y, al mismo tiempo, dar señales de previsibilidad a los inversores internacionales en sectores clave como la biotecnología y los laboratorios.

“Lo vamos a hacer, pero no va a ser en el corto plazo. Estamos afuera del mundo en términos de propiedad intelectual. No va a ser fácil volver”, reconocen en la Casa Rosada, donde admiten que las reformas no serán inmediatas, pero ya se están elaborando los marcos normativos. Una parte de estos cambios se formalizará a través de un proyecto de ley, mientras que la reducción de derechos de importación podría resolverse mediante decreto presidencial.

Entre las medidas en carpeta se encuentra la intención de adherir al Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) impulsado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO), un paso que implicaría una adecuación legal para fortalecer los derechos de patentes y evitar filtraciones de información confidencial en los procesos regulatorios.

La situación actual de la Argentina en materia de propiedad intelectual es deficitaria, al menos para los estándares de los países desarrollados. La Cámara de Comercio de los Estados Unidos ubicó al país en el puesto 45 de 55 en su IP Index, con un puntaje de apenas 35%, por debajo del promedio regional (42%) y muy lejos del grupo de economías líderes (91%). El informe señaló altos niveles de piratería, escasa protección de derechos de autor, baja incentivación para medicamentos huérfanos y marcos de patentabilidad “desalineados”.

Esta visión fue reforzada por un informe de la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. (USTR), que cuestionó la “protección inadecuada contra el uso comercial desleal” y la “divulgación no autorizada” de datos sensibles presentados ante las agencias reguladoras locales.

Ese diagnóstico fue parte de los planteos que el secretario de Salud estadounidense, Robert F. Kennedy Jr., trajo en su visita al país, cuando se reunió con el presidente Javier Milei y con el ministro de Salud, Mario Lugones. Según fuentes oficiales, la Casa Blanca busca que la Argentina garantice estándares de transparencia en el reconocimiento de patentes y nombres genéricos, sobre todo en el marco de las negociaciones del acuerdo MERCOSUR-Unión Europea.

En paralelo, la ANMAT ya oficializó una reducción en los derechos de exportación sobre ciertos productos controlados, como psicotrópicos, estupefacientes y precursores químicos, a través de la disposición 11.374/24.