A horas del cierre de listas para los comicios bonaerenses, algunos mandatarios anunciaron que evalúan presentar candidaturas “testimoniales”.
A menos de 48 horas del cierre de listas para las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, varios intendentes peronistas comenzaron a despegarse como figuras clave. Entre ellos, Andrés Watson (Florencio Varela), Fabián Cagliardi (Berisso) y Mario Secco (Ensenada) anunciaron su intención de encabezar las listas de concejales en sus distritos, apostando al arrastre de votos que su imagen genera localmente.
Esta modalidad –conocida como candidaturas “testimoniales”– consiste en ocupar formalmente un lugar en la boleta para reforzar la estructura electoral y luego no asumir. Según informaron fuentes del Movimiento Derecho al Futuro, que lidera Axel Kicillof, la estrategia persigue “hacer valer su peso territorial y sumar potencia electoral”.
No obstante, en el kirchnerismo puso límites: Cristina Kirchner habría ordenado que ningún intendente vaya “testimonial”, es decir, “si ponen la cabeza, tienen que asumir”, rechazando esta práctica como una maniobra de aparador. Esa instrucción divide la estrategia: ¿fortalecer presencia o garantizar gestión en sus comunas?
La tercera sección –bastión tradicional del PJ– es el escenario más cuestionado. Los intendentes buscan mantener su influencia, mientras el peronismo define cómo distribuir candidaturas provinciales. Se menciona a Federico Achával (Ituzaingó), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Gabriel Katopodis (Ituzaingó) en la lista de senadores, pero aún sin consenso definitivo.
Como admitió una alta fuente del sector: “Es una cuestión de potencia electoral, para apuntalar las listas dependiendo de la particularidad de cada distrito”. Con el plazo legal que vence el sábado, la jugada de los intendentes podría terminar definiendo la distribución política de la provincia subterráneamente.